Garden of Colorful Source

_Lilim_ escribió:xDD

Hendrix D'Ancre

Hendrix le sonrió como el pilló que ella recordaba y que hacía mucho tiempo no dejaba escapar.

-Ya te dije que siempre te has visto hermosa... que tú no lo creas, es muy diferente- dijo con algo de melancolía, había una personita que tampoco lo creía a pesar de lo bella que era... sacudió la cabeza, tenía que ver a futuro. Hizo una mueca al escuchar lo que Lilim le decía -Mmm... si no te sentías a gusto, debiste decírselo. Te ves bien pero si no eres tú... yo no creería que te intereso.- le dijo con cierta molestia, se encogió de hombros -Pero a fin de cuentas aceptaste esto, ¿no? Así que, para que aceptaras todo implica que Geist debe significar mucho para tí- fumó un poco más y recargó su barbilla en su mano

-Me llama la atención. .. si dices que no es la gran cosa... ¿para que vestir así? - miró al cielo y dejó su hooka por unos momentos para levantarse y tomar asiento al lado de su amiga. Acarició su cabello y la hizo mirarlo -Yo te debía algo... cuando lo de la canción- tomó por sorpresa a la chica y le dio un beso en los labios. Se separó con una sonrisa -Estoy muy enojado porque nunca tuviste la fuerza para ir por mi pasara lo que pasara. Pero realmente nunca te perdonaré si llegaras a perder a este chico por no tener el valor de hacer con él lo que no hiciste por mi.- le dijo muy serio y luego volvió a sonreír -Ánimo, mi querida amiga Lilim... yo estaré siempre para apoyarte.

Hendrix escribió:

Bereshit Lilim

Hendrix continuaba alagándome con sus palabras, no me molestaba, de hecho me recordaba mucho el tiempo en el que siempre me decía cosas positivas de mi

De verdad gracias Hen, siempre fuiste muy atenta conmigo

Parecía molesto con mi respuesta respecto a lo que le comente, tranquilamente le explicaba las cosas

Me refería a que no era la gran cosa hablando de que no había pasado algo tan extraordinario, no digo que no me sienta a gusto así, solo que no ando muy acostumbrada, la cita con Geist fue algo bastante sorpresivo y obvio mis amigas solo quisieron ayudarme a sorprenderlo pero…

Pronto tomo una actitud bastante desconcertante, se acercó, me acaricio el cabello y tras un comentario bastante extraño me tomo por sorpresa y me beso, al principio no dije nada, solo escuche todo lo que argumento y después de un suspiro respondí

¿Me debías?, para nada Hen, sé que soy una tórtola en muchas cosas y que quizás cometí muchos errores en mi vida, pero esa canción fue preparada como una forma de agradecerte y mostrarte lo que a mi corazón le hiciste sentir, pusiste atención a la letra ¿Cierto?

No había tomado una posición negativa ni mucho menos me molesto su acción, al contrario, trate de tomarla de la forma más madura que pudiera

La situación con Geist es bastante extraña y no quiero adelantar nada, por todo lo sucedido puedo mencionar que realmente me sorprendí al ver que rencarno, quizás debería haberlo odiado pero no fue así, ahora él tiene una vida normal y no te miento, la verdad es que me ha llamado mucho la atención

Me mostraba tranquila y segura de lo que hablaba con él, siempre había tenido mi confianza aunque no se lo demostrara

En la pequeña cita que apenas tuvimos me percate que el confía en mí y me tiene creo en un buen aspecto, pero también descubrí que hay que ver más allá de lo que hay por fuera, el interior y los sentimientos del corazón de la otra persona, es por ello que no me propongo tener algo más con él, quiero conocerlo, saber lo que piensa, lo que le gusta, que me descubra también y si eso nos lleva por un sendero que podamos compartir, pues entonces no reprimiré todo aquello que a veces me callo o me guardo

Le sonreía a Hendrix en ese momento, no había tenido tanta seguridad de soltarme a hablar de esa forma

¿O crees que estoy mal?, nunca he omitido lo que me dices, siempre fuiste alguien que me ha apoyado en todo momento y te lo agradezco, pero de igual forma quiero que recuerdes que tienes en mí a una amiga que te apoyara

Tomaba su rostro con mis manos para verlo fijamente, por más que tratara de simular se notaba que estaba algo melancólico
 
Sé que estás pasando por algún momento difícil y no pretendo tomar el papel de psicóloga contigo, tampoco pretendo que me cuentes lo que te pasa, pero si me gustaría brindarte un momento de paz y calma, es lo que deben hacer los amigos ¿No?, apoyarse en momentos difíciles

_Lilim_ escribió:^^

Hendrix D'Ancre

Hendrix no dejó de sonreírle a su amiga, miró al cielo y luego de nuevo a los ojos de la chica.

-¿Pero...?- preguntó muy curioso sin inmutarse por la actitud de Lilim -Por eso te digo que te lo debía, no es que lo pidieras, es lo que yo quería hacer- le dijo encogiéndose de hombros -Cada quien es un mundo y toma las cosas como mejor le parecen. Yo lo tomé así y no hay mejor momento que cuando te vuelvo a ver- seguía con su tono afable sin restarle importancia pero tampoco haciendo un gran melodrama. Siguió sonriéndole -Sí, me enteré, Gink me lo contó apenas. Como tú podría odiarlo, pero no lo hago a fin de cuentas él cuidó de William en aquel entonces. Y si yo puedo ayudarle en algo lo haré - dijo un tanto pensativo.

Cruzó los brazos en el pecho, se tomó unos momentos antes de contestar

-¿Y porqué hasta entonces?- negó con la cabeza -Querida Lilim eso es subjetivo... lo que para mí puede ser bueno, para ti no. Lo importante es que te sientas bien, todos podemos decirte misa, tú eres la que elige tus pasos y la que lo disfruta o lo sufre. Yo sólo te puedo hablar desde mi punto de vista y como me ha ido en la feria

La miró con sorpresa cuando tomó su rostro, ella nunca había llegado a ese tipo de toques

-Ah!- exclamó y por unos instantes su tristeza era más que visible, suspiró y volvió a mirar a Lilim -Gracias... sí... ha sido muy complicado porque de pronto todo se esfumó dentro de mi... pero ya pasé por la ira, la negación, la ansiedad, el miedo... ya negocié y ahora trato de aceptar el hecho de que Brid no estará más en mi vida- dijo mientras ponía distancia entre él y Lilim, llevó su mano a su pecho, donde estaba el corazón -Duele... duele mucho... pero se curará, o al menos esa es mi esperanza- comentó en voz baja mientras volvía a su estado zen

Bereshit Lilim

A pesar de todo lo comentado parecía que Hendrix tenía un punto de vista bastante diferente a las chicas, cosa que me agrado por su tipo de respuesta

Bien lo has dicho Hen, trato de tomar mis propias decisiones y que estas mismas me lleven por un buen camino, por lo menos en lo laboral ya voy a tener frutos de mi esfuerzo, luche mucho por ser la sucesora del profe Gink y bueno… dentro de algunas horas tendré mi gran oportunidad

Suspiraba un momento para continuar

En la cuestión sentimental siempre tendré a las chicas super powers incluyendo también a Virginne, que aunque me pongan mis zapes, siempre me darán apoyo como lo hicieron hoy, hasta ahora creo que he tomado una buena decisión en llevar las cosas tranquilas y que el tiempo sea mi aliado para ver qué sucede, no me gusta precipitarme

Pronto comenzó a hablar muy livianamente de sus problemas, no quería preguntar de más al respecto, aunque pintaba cierta distancia, aceptaba su forma de expresarse mientras cruzaba mis manos y miraba al cielo y las estrellas

¿Tanto pasaste en tan solo unas horas?, bueno… no sabría realmente comprender el dolor que te agobia en estos instantes, pero trato de entender  ¿Estás en tu etapa de resignación? ¿Realmente crees que ya acabo todo?

Mi mirada no era alegre, de hecho se mostraba casi igual de nostálgica que la de Hendrix aunque con menos dolor de por medio

A mi punto de vista la vida está bastante loca, siempre anda sorprendiéndome con nuevos eventos y creo que hasta es más tetra polar que yo… antes era la hijastra de padres millonarios que no me querían y después descubrí que era la princesa de un reino que jamás recordé, entre a la universidad con pocas expectativas y termine convirtiéndome en una viajera que enfrento una batalla de dimensiones,  ahora me ando fijando en el tipo que en su pasado se dedico a joderme la vida… que loco no

Me reía de manera un poco burlona pero por las cosas que me pasaban

A pesar de todo eso, el profe Gink siempre nos ha dicho que no dejemos de ver todas nuestras opciones o ¿Cómo dijo en aquella ocasión? … “Cada tropiezo es una oportunidad disfrazada”, no te diré que te animes porque sé que esas no son las palabras indicadas, pero trata de no adelantar demasiado las cosas como si ya fuera el final del camino

Posteriormente me levantaba y daba un par de pasos hacia al frente, sin dejar de mirar al cielo

Si ya se… has de estar pensando ¿Qué anda una joven como yo tratando de dar consejos de vida?, pero no es eso, desde que te conocí siempre has sido alguien que trata de superarse, de levantarse en las cosas más difíciles, fuiste de los que enfrento y aguanto al profe Gink, alguien que tras todos los viajes aprendió a no ver que todo está perdido y te viste recompensado al ver que tu mundo estaba salvado, eres un buen hombre Hen y tienes mucha fortaleza no solo física, es lo único que trato de decirte

Por fin giraba de frente para verlo fijamente a los ojos

Quizás yo no sepa demasiado de ti, tal vez ni si quiera este enterada de cuál es tu verdadera historia, lo más seguro es que ni si quiera pueda entender un porcentaje de tu dolor y quizás sea la persona con la que más diferencias de ideales tengas, pero soy tu amiga… y no quiero ver que te des por vencido, que te quedes en una resignación

Miraba con severidad a él, el tipo de mirada que Gink solía tener cuando hablaba y sin querer había adaptado

_Lilim_ escribió:^^

Hendrix D'Ancre

Hendrix asintió, pero se encogió de hombros, había cosas que le saltaban a la mente, pero ese no era ya su problema. La felicitó por haber conseguido lo que ella deseaba. Volvió a sonreír.

-Si te sientes cómoda así, ¿quién soy para negartelo?- le dijo con cierta burla -Sólo no te duermas en tus laureles... es bueno ir lento... pero no tanto- suspiró pensando en ciertos hubiera.

Se tomó un poco de tiempo para ordenar sus ideas

-Sí, resignación... la relación acabó. No hay vuelta de hoja, no hubo medias tintas.- dijo tajantemente Hendrix -La vida es como es y siempre la he vivido al máximo tanto lo bueno como lo malo. Mi vida no ha acabado y aún tengo un par de razones por las cuales seguir... entre ellas mis hijos. Pero la relación que yo tenía con Bridget acabó... yo no sé que nos deparé el futuro y si podría volver con ella. Pero ahí está el punto, no sería la misma relación, sería otra, no será jamás lo mismo. No quiero hacerme falsas esperanzas, no quiero más sueños rotos.- se encogió de hombros -Ahora en lo único que debo enfocarme es en estar al lado de mis hijos, ayudando a mi rey y cuidar mi mundo. Le dije a Brid que después de ella nadie nuevo entraría en mi corazón, más no que dejaría de amar o de sentirlo o darlo...- dijo en voz baja y se acomodó el cabello, negó con la cabeza -¿Por ser más chica que yo no sabes de la vida? Sólo tienes puntos de vista diferentes... no tengo por que despreciar tus palabras. Hazme el favor de, al menos en mi presencia, dejar de restarte méritos o de decir que eres tonta o incapaz... de tanto decirlo un día te lo vas a creer.- le dijo de manera severa

Hendrix se levantó del lugar y fue a tirarse de nuevo en los mullidos cojines, fumó un poco de la hooka antes de responderle a Lilim. Seguía hasta cierto punto calmado, la mirada de Lilim no lo intimidaba, ya estaba acostumbrándose a ese tipo de cosas, su trabajo dependía en que no supieran leerlo pero esperar el momento adecuado de atacar.

-Mi vida es una sarta de cosas y eventos desafortunados con muchos oasis de felicidad- le dijo en tono de broma -Hay cosas que me pesan todavía pero que he aprendido a sobrellevar y en otras bueno... tengo que mejorar- dijo mesandose el cabello y luego volvió a fumar un poco -Jajaja! ¿En serio? Supongo que después de Gael, Bridget es la persona que conoce todo de mí... que mala amiga eres- dijo algo divertido e incluso se rió unos segundos de manera sincera -¿Qué te gustaría saber? Mi madre falleció a mis manos, mi padre no me quería, tengo dos medios hermanos, extraño a Griever, tenía un compromiso de Estado, tengo una numerosa familia... y vivo en un lugar lleno de reglas en el que ser parte de la nobleza no implica que te vas a rascar la panza... ah! Gael educará a Enrique en magia... Enriqueta es una gran damita y William es un caballero...- comentó, hablaría de lo que más curiosidad le diera a la joven.

Hendrix escribió:

Bereshit Lilim

Escuchaba muy atentamente las palabras de Hendrix que eran hasta cierto modo un poco desmotivadoras, entendía que tampoco tendría algarabía en esos instantes, aunque también me seguía brindando consejos

Si Hen tienes razón, debo quitarme ese extraño complejo de hacerme menos en lo que digo o pienso, voy a trabajar duro en ello ¿Ok?

Cerrandole un ojo le mostraba mi forma positiva de ver su comentario, aunque uno de ellos si me causo un poco de desconcierto sin quitarle verdad

Ja ja ja… es verdad, creo que soy una mala amiga ¿verdad?, ni si quiera en todo este tiempo me tome la molestia de visitarte aun con que tenía chances de viajar, me disculpo por ello, pero he tenido algunas cosas que debía arreglar

Al hablarme resumidamente de su pasado no dejaba de prestarle atención, realmente me sorprendía por algunas cosas

¡Vaya! ¿Tienes tres hijos?, ¿Pues cuántos años tienes ya?, ya había comentado el director Fluegel que el tiempo es relativo en muchos mundos y que vareaba dependiendo la localización, aunque siendo honesta, sigues conservándote mucho, no dejas de ser apuesto

Aunque mostraba mucha apertura para poder conversar de lo que me intrigara, el tiempo estaba en cima, debía estar preparada para dar su primer día de clases

Supongo que me gustaría preguntarte muchas cosas Hen, conocer un poco más de tu pasado y que me hablaras de tus hijos, pero tú mismo ya escuchaste que pronto deberé regresar a la universidad, no es que ya me esté despidiendo pero creo que no hay demasiado tiempo como para desvelarme más de lo debido

Sujetaba las manos de Hendrix en forma de darle un poco de apoyo

¡Sé fuerte Hen!, se que tu vida por muy resumida que la sepa es dura y con muchas complicaciones, que pasas por momentos difíciles que tendrás que enfrentar a como dé lugar, pero no dudo que tendrás la fuerza para salir delante de todo eso, hay que darle un poco de tiempo al tiempo, eso siempre dice el director Fluegel y mira que él sabe mucho de eso, resuelve paso por paso todas tus discrepancias y espero de todo corazón que tomes las mejores decisiones para que marche bien

Mostraba una linda sonrisa en su presencia, quería que sintiera todo mi apoyo

Recuerda que aquí siempre tendrás a una succubu que por muy mala amiga que sea, siempre te apoyara y que tiene mucha fe en ti y te doy mi palabra, la de una Bereshit, la última que existe en estas dimensiones que jamás te daré la espalda, puedes contar conmigo para lo que necesites ¿de acuerdo?

_Lilim_ escribió:^^

Hendrix D'Ancre

Suspiró profundamente al escuchar a su amiga.

-Claro, recuerda que siempre serás buena, aún si te equivocas más de lo normal- le dijo con una pequeña sonrisa y le hizo una seña de negación -No hay que disculpar... para el caso yo también, lo que me sorprende es que no te hayan llegado algunos recados míos- se encogió de hombros restándose importancia -Y no te lo tomes a pecho, eres mi amiga y entiendo que no puedas. Te dije eso de que eras mala bromeando... aunque podría retractarme- dijo haciendo un gesto de duda, como pensándolo seriamente

Asintió a la pregunta de la joven y le hizo una seña, mostrándole 3 dedos y haciendo un gesto de mucho tiempo, aunque se viera mucho más joven.

-Sí, 3. Lo tomaré como un halago... pero tengo ya 34 años... para mí ha pasado mucho más rápido el tiempo a comparación de ustedes. 1 año en la Universidad son para mí 2- dijo bajando la mirada y suspirando y fue en ese momento que ella le tomó de las manos, la miró serio -Gracias por los buenos deseos... pero el corazón sólo toma decisiones, lo de bueno o malo, ya es cuestión de visiones- contestó amablemente y besó caballerosamente las manos de la chica -Lo tomaré en cuenta. Sabes también que cuentas conmigo cuando lo necesites, yo también soy tu amigo y como tal tienes mi brazo, mis fuerzas y mis recursos a tu disposición- soltó las manos de Lilim y buscó en sus bolsas, pero no había pensado que vería a su amiga, así que  se quitó el collar que tenía y se lo puso en la mano -Que sirva para recordarte lo mucho que te aprecio y que te considero una mujer fuerte. La próxima vez te prometo que te traeré un regalo- dijo mientras se acomodaba de nuevo en los cojines, él también tendría que irse pronto, pero mientras, aprovecharía lo último que le quedaba a la hooka.

El collar:

Hendrix escribió:

Bereshit Lilim

Cuando menciono lo de los mensajes me sorprendió bastante, no pude evitar responderle al respecto

¡Vaya!, pues yo pase casi por lo mismo, a través del celular intente mandar mensajes a todos mis amigos viajeros, en el aparecían como si se hubieran enviado pero jamás recibí una respuesta, tras la duda le pregunte al profe Gink y casi me zapea enormemente al decir que después de los viajes los vínculos con los móviles se habían roto y que había otras formas de comunicarse, pero como era de esperarse no me dio la respuesta a ello y dejo que lo investigara, cosa que ya no logre hacer, pero me alegra saber que por lo menos este encuentro del día de hoy sirvió para confirmar que tanto uno como otro tratamos de establecer una comunicación

El comentario respecto a la mala amiga lo había entendido perfectamente y jugaba aun con eso, solo reí un poco para confirmar

Je je je, lo entiendo perfectamente Hen y creeme que jamás olvidare tus palabras

Después de algunas respuestas me sorprendí tras aquella acción de quitarse aquel collar para regalármelo, me sonrojo, apenas podía responderle.

Pero Hen… yo…

Lo mire detenidamente y pensé muy bien sobre la intensión que lo llevo a hacer eso, no me negué a su obsequio, de hecho en ese instante me lo coloque en el cuello orgullosamente y después negué con la cabeza

Descuida Hen, aprecio mucho este obsequio que me brindas y lo portare con mucho orgullo a partir de hoy, tus palabras estarán grabadas en el para recordarme en cada momento cada una de las virtudes que vez en mí, trabajare mucho en ello para que la próxima vez que nos encontremos encuentres a una mujer más madura y creciendo como una adulta, ¡Muchas gracias!

Me lanzaba a darle un enorme abrazo y bastante cálido, de hecho duraba bastante ya que no me separaba de el, hasta que en ese instante el móvil comenzó a sonar y provocaba que me separara

¡Santo dios!, las 6 de la mañana, tengo solo un par de horas para ir a prepararme y dar mi primer clase

Me paraba ante él y daba una pequeña reverencia para poder despedirme

Me dio mucho gusto haber platicado contigo Hen, realmente espero que pronto encuentres las respuestas que necesitas para salir adelante y tendrás mi apoyo incondicional para lo que necesites, mandale saludos a tus hijos de mi parte aunque no me conozcan, deseo de todo corazón que sigas haciendo un buen trabajo en tu mundo, nunca olvides que eres una gran persona… Hendrix D’ Ancre

Por último le daba un beso en la mejilla ya para caminar algunos pasos a la salida, me detenía un poco para observarlo una vez más, con una sonrisa en mi rostro le daba unas palabras

Bye bye…

Después de ello salía de aquel lugar para regresar a la Universidad DL

Eri ^^~ escribió:^^~

Hendrix D'Ancre

Hendrix llegó con anticipación al lugar, como de costumbre el servicio era inigualable y tuvo el tiempo suficiente para pedir lo que se le antojaba antes de que llegara su invitado. Se acomodó entre los mullidos cojines de aquel otomano que invitaba a tener dulces sueños. El aroma de las especias invadía el ambiente y jugaba con el aroma del té de menta que Hendrix bebía con fruición. Había pedido el hooka ya que su preparación llevaba algo de tiempo.

Levantó un poco la mirada y se deleitó con el cielo tachoneado de estrellas, cada una anunciando cosas diferentes, locuras por hacer, vida por vivir. No podía pedir más en ese momento que disfrutar todos y cada uno de los momentos que tenía por delante. La cita que tenía por delante, le era muy grata, la esperaba antes, pero las cosas pasaban por algo, eso lo había aprendido por los azares de la vida. Comenzó a tararear una canción, Yumemiru Uchuu -Cosmix- ~ Cosmos Reveire

"...
Our fingers seem to touch
But you're a dreaming vision
And as I dream, I'm dreaming of a Cosmic Love..."

Hendrix D'Ancre

Eri D' Inferno

En aquella cita secreta, Eri se mostraba un tanto inquieto, inseguro. Aun cuando trataba de no desconfiar en su propia familia, ya con anterioridad no le había ido tan bien… su corazón difícilmente podría afrontar algo similar.

- Esta vez que pretendes Owen…- hizo una mueca y miró la nota donde se encontraba señalado el sitio al cual debía de acudir. Su apariencia no había cambiado en mucho, aun era aquel chico de apariencia un tanto delicada, de mirada inocente. Su actuar un tanto dubitativo era muy distinto al esperado para un miembro de la familia D' Inferno, pero que sin embargo le brindaba una apariencia tierna, que generaba en otros el instinto de protección hacia con él.


Suspiró profundamente en lo que admiró aquel jardín, era agradable ese sitio, y tal vez lo apreciara con mayor detalle en otra ocasión... buscó con la mirada mostrándose un tanto perdido, en lo que trataba de encontrar a quien sería la cita a ciegas. Caminó entre los arbustos, era como si de alguna manera se escondiera, como única forma de protegerse de lo que podría llegar a suceder en ese sitio. Su corazón se sentía acelerado, por lo que llegó un punto en el que los latidos resonaban con fuerza en sus propios oídos. Al llegar cerca del claro escuchó una voz que le hizo detenerse en seco.

Dejó pasar el sonido de aquella canción, al menos las primeras estrofas, en lo que su corazón seguía marcando la confusión en su propio sentir. ¿Qué hacer? Se preguntó… bajó la mirada a la nota, por lo que notó en realidad no podría calmar sus emociones. -Estoy seguro que Sebastián tiene que ver en esto… - dijo para sí en un leve susurro inaudible.

Cerró los ojos y respiró profundamente. Seria todo, menos un cobarde… ya de por sí todo lo que había hecho por intentar alejarse de su destino había sido inútil y ahora al menos no quería volverse una vergüenza para su propia familia. Decidió salir de su escondite tomando un valor que iba en contra de sus propios sentimientos. Caminó con sigilo, sin querer interrumpir lo que continuaba con la canción. Trató de sonreír levemente, algo que resultó doloroso, pocas veces lo hacía, ya que por su trabajo frecuentemente debía ser testigo de cómo la humanidad se sumía en el egoísmo, la susceptibilidad y el odio como formas de aferrarse a la esperanza.

- Ahm… hola…- dijo nervioso. Tomó un poco de saliva. ¿Se acordará de mi? Era la primera pregunta que llegó a su mente ya que no sabía si debía de presentarse.

- Soy Eri… Eri D' Inferno - dijo tartamudeando su nombre.

- quien te acompañará en esta cita.- miró a los ojos de Hendrix, su mirada mostraba bastante miedo, pero que a la vez un pequeño brillo, aquel que dejaba ver el valor que tuvo para afrontar sus propios sentimientos. No supo si seguir o avanzar por lo que se quedó esperando, sin querer romper la línea invisible y casi abismal que los separaba.

Miathamle escribió:xDDD

Hendrix D'Ancre

Al escuchar aquella voz Hendrix abrió los ojos y su corazón dio un vuelco. Miró al chico con sorpresa, como si no lo conociera, se llevó la mano a la cabeza. Había algo que dolía y a la vez le era muy amado en el muchacho. Se levantó de entre los almohadones y acortó la distancia entre ambos. Lo tomó suavemente de la mano y la besó. Se estremeció con cierto placer al sentirlo, el suave aroma del chico llegaba hasta él y lo embriagaba.

-Hola, Eri!- le sonrió mientras lo llevaba con él a tomar asiento -Soy Hendrix D'Ancre- contestó con una gran sonrisa, lo miraba curioso, acarició suavemente su rostro, luego retiró la mano como si temiera haber cometido una indiscreción -Parece ser que he tenido la mejor fortuna del mundo, estás aquí y el aire se llenó de especias- comentó con dulzura, pero al ver los ojos del chico se mantuvo un poco más serio y preguntándose porque había hecho eso. Suspiró y lo miró a los ojos, como hipnotizado -¿Nunca te ha pasado? El corazón y el alma parecen conocer a alguien pero la mente se niega a poder reconocerle. Quizá te conocí en otra vida... te me haces tan dulce y a la vez es como si doliera... es esa nostalgia de quien no ha visto a la persona que ama en mucho tiempo y lo reencuentra.- se rascó la cabeza y le ofreció un té de menta al muchacho -No me dejes hablar tanto, vas a terminar pensando que estoy loco- se sonrojó un poco y bebió de su té. Luego llevó una mano a donde estaba su corazón -Pero... yo... siento que te conozco, mi cuerpo, mi alma, mi corazón se sienten tan bien a tu lado, contigo estoy feliz... es sólo la mente la que no quiere hacer algo por recordar... es raro- dijo para volver a ver las estrellas y luego a Eri.

Hendrix D'Ancre

Eri no se retiró en ningún instante, pese a la manera en que Hendrix le recibió. Había sido demasiado sorpresiva hasta para él, no supuso que siguiera existiendo aquel vínculo, aun siendo pequeño. Aun seguía un poco asustado, al grado que parecía que su corazón deseaba salir; no obstante, no impidió  que su interlocutor le tocase el rostro, algo que generó un leve estremecimiento.

Durante aquel instante no dijo nada más. Únicamente escucho atento a lo que le decía esa voz que en su momento le había cautivado. Miró con detenimiento los ojos de Hendrix en el momento en el que éste pugnaba por reconocerle, sin poder ser capaz de hacerlo.

Bajó la mirada ante la primera cuestión y negó con detenimiento.

-Lo… lo lamento. Nunca me ha pasado lo que dices… - respondió, recordando a la vez lo que su propio padre decidió hacer, con el apoyo de su madre; en aquella vez en que junto con Hendrix planeaba grandes cosas para ambos. Siguió escuchando, hasta que de manera inesperada le ofrecieron algo de beber.

Miró el té que le ofrecían, y tardó un momento en tomarlo, sus movimientos eran delicados y a la vez lentos.

-Tal vez es mejor que las cosas sigan así y sólo seamos unos conocidos que se desconocen. - trató de tranquilizar las ansias de Hendrix por reconocerlo.

- Nací para consolar el corazón de los afligidos y al menos me alegro que tengas un buen recuerdo de mi, quiere decir que tal vez hice un buen trabajo en su momento… aun que si duele… lamento no haber seguido insistiendo- dijo, y en ese momento de estar mirando su té, alzó la mirada.

- Pero…- hizo una pausa. - quiero disculparme… a sí que al menos…, supongo, no queda más que aprovechar este tiempo de re-conocernos, - dijo en un tono un tanto infantil.

-Crees que pueda ser posible? - preguntó pidiendo permiso para indagar hasta donde le permitieran.

- quiero saber lo que has hecho en los últimos años, sino… sencillamente háblame de tu presente; - pidió.

- y supongo que también… puedo hablar de mi… lo que gustes saber - agregó al final en un tono más bien tímido.

Se movió y al hacerlo recordó que aun tenia la taza de té en sus manos; posiblemente, si no se hubiera dado cuenta, ya lo hubiese tirado sin quererlo. De esta manera tomó la taza con más fuerza e incluso decidió beber un poco.

El aroma en ese instante le permitió despertar sus sentidos y al beberlo, el calor calentó el frio que había sentido desde el instante en el que supo que debía de revivir los sentimientos que vivió con Hendrix.

-está bastante agradable el té. Muchas gracias… - dijo con un tono de voz bastante tierno y apacible, mientras esperó a lo que Hendrix pudiera responder a la propuesta que recién le había planteado.

Miathamle escribió:^^~

Hendrix D'Ancre

A diferencia de Eri, Hendrix parecía un poco hiperactivo, tanto que él mismo no entendía lo que le sucedía, no podía creer que ese jovencito lo hubiera puesto en ese estado. No se sentía mal, si algo había aprendido era disfrutar el aquí y el ahora. Si el joven le hacía sentirse extremadamente feliz, así fuera.

-Preferiría el de amigos... conociéndose, como tú dices- comentó un poco más tranquilo de la angustia por no poder reconocerlo, al escuchar sobre su nacimiento, lo miró asombrado -No te preocupes, estás aquí y eso es lo que cuenta... pero hay algo que me intriga, tú das mucho pero ¿quién cuida de ti?- acarició la mejilla del jovencito, se acercó a su oído -Me encantaría reconocerte, conocerte y ... lo que quieras que haga- Eri con eso podía entender que tenía carta abierta a indagar lo que quisiera.

Le sonrió con dulzura, el té siempre reconfortaba, era una caricia al corazón, así como el café lo era para otros menesteres.

Cuéntame lo que quieras de ti, a mi me gusta escucharte- respondió con amabilidad en vista que el chico parecía muy tímido, le señaló las estrellas -Tenemos todo el tiempo y el espacio del mundo. En este momento sólo tú estás para mi- se llevó la mano al pecho, a la altura del corazón.

Tomó un mejor acomodo entre los cojines sin perder la poca distancia que lo separaba de Eri, quería que él se sintiera a gusto, sería más informal para que pronto se sintiera en confianza. Comenzó a hablar para animar al chico a sincerarse.

-De mi hay mucho y a la vez poco. Algunas personas te dirán que soy alguien de quien no te puedes fiar, otros que soy leal a morir. Yo te diré que soy un manojo de contradicciones- le comentó sin empachos, había aprendido a ser sincero -Perdí a mi madre muy joven, a Raab nunca le interesé y desde los 13 cuidé de mi hermano menor. A los 18 me fugué de casa, a los 19 conocí al hombre que cambió mi vida, viví algún tiempo con él, tuvimos muchos conflictos así como muchos momentos de amor. Pero yo era un mocoso estúpido y el amor me habían enseñado que era posesión, era un todo o nada *suspiro* Cometí un pecado muy grave para chantajearlo. Pero me salvó Gael... a pesar de todo lo que le hice. Me sentía muy humillado y escapé, estuve algún tiempo vagabundeando y en mi camino llegué a una posada donde conseguí nuevos amigos, comida y techo. Pero mis antiguos amigos y mis responsabilidades me alcanzaron- miró al cielo y luego a Eri -Lily hizo lo que creyó necesario para retenerme... pero yo seguí mi camino. Luego conocí a Himoru y a todos los demás, estuve un tiempo ayudándolos- recordar esas partes lo ponía melancólico -Me enamoré de una adorable jovencita. Pero pudo más todo mi pasado, la sombra de un antiguo amante que ella puso entre nosotros, mis responsabilidades y la brecha de la edad que nos separaba. Ella decidió romper conmigo y la odié por eso.- se incorporó de nuevo y bajó la mirada unos instantes antes de volver a ver a Eri -Gael regresó a mi vida y poco a poco me ayudó a sanar, me volví  a amar y a valorarme- se acomodó el cabello -Resultado de mis correrías tengo 4 pequeños a los que adoro.- comenzó a ver si el hooka ya estaba en su punto, como aún faltaba, volvió a su lugar -Como ves mi vida es un drama. Pero me da gusto vivirla siempre al máximo.- tomó la mano del joven y la besó con suavidad -Siempre hay una esperanza nueva de que todo mejorará. Claro si estás dispuesto a luchar por ello. Me gusta pensar que siempre habrá tiempos mejores, por más difícil y doloroso que parezcan las cosas

Hendrix D'Ancre

La nueva propuesta de ser "amigos conociéndose" dejo aun más dubitativo a Eri, ya que no supo decir algo más que debatiera aquella nueva manera de tratarse. Pasar de ser algo más que amigos, a sólo amigos... era algo que no cualquiera con un corazón sensible como Eri, pudiera resistir. Al final asintió, aceptando mientras un leve suspiro escapó de su ser.

Y alzó nuevamente la mirada tratando de mantener aquella nueva perspectiva como amigo…

-Por qué te preocupa saber si alguien cuida de mi? - preguntó en un suave tono de voz, mientras con la mirada volvió a buscar los ojos de Hendrix. Sabía que de alguna manera no era cortes responder con una pregunta, por lo que se animó a responder.

-Supongo que mi familia siempre ha estado al pendiente de mi y más por los errores que suelo cometer… pero a veces siento como si hubiese crecido solo. Es algo egoísta pensar eso…- aquello no era fácil de reconocer, volvió a suspirar con cierta debilidad.

En el momento en el que Hendrix le abría la propuesta de volverse a conocerse; Eri miró las estrellas que su acompañante le mostró.

- tiempo…- dijo, ya que a la par de su existencia debía depender de aquella aparente “dimensión física”; tras quedar meditativo un momento, al final asintió…

- Es verdad… en este momento- comentó como si hubiese vuelto a la realidad. - estoy sólo para ti -volvió a mostrar una débil sonrisa, permitiendo con ello que Hendrix le guiara al sitio donde éste le llevara.

Tomó lugar entre aquellos mullidos cojines y se sentó a escuchar; una parte de la historia ya la conocía... él mismo Hendrix en su momento se la había compartido, aun así por respeto siguió prestando atención a lo que le decía. Con forme iba avanzando la historia, Eri quedaba más cautivado, hasta que casi al final algo le hizo salir de aquella especie de sugestión en la que había quedado atrapado. En un inicio dudo en si debía de responder sobre aquello…

-En verdad… has de pasar muchas cosas difíciles en este momento, para tener que evocar la esperanza en tus palabras… -  dijo con suavidad.

-Puedo saber qué es lo que te aflige? Cuál es tu inconformidad con la vida actual para que muestres ese optimismo, el cual es la primera dimensión de cualquier esperanza?... - preguntó, no tenía que ser filosofo para entender aquello que él mismo significaba, ya que por si solo representaba en cuerpo y alma la Esperanza de los hombres.

- te lo agradecería si pudiera saberlo- agregó ya en tono más vulnerable, como si hubiera querido romper una barrera precipitadamente. Trató de resarcir su impertinencia.

-Y con respecto a mi… no sé que quieras saber… no tengo mucho que contar… más que últimamente sólo desgracias; vivo para mi trabajo y con ello ayudar al trabajo de mi padre. La gente últimamente recurre al dolor como una forma para aferrarse a la vida, se lastiman y a la vez lastiman a otros, con la justificación de encontrar la felicidad… Aun cuando creen que están en lo correcto, se aferran a una especie de utopía deseando que las cosas mejoren, pero por miedo a perder lo poco que tienen, por sí mismos no hacen algo para salir y caen en una especie de círculo vicioso, al final resulta un poco deprimente… - compartió lo que el sentía, llevó su mano zurda a su pecho, como si algo oprimiera su corazón.

- Últimamente, no he sentido otra cosa más que ese dolor… y cansa… sólo un poco- bajo la mirada mientras exhalaba un suspiro, en sus ojos se mostró cierta tristeza, reflejo de todo lo que había visto en fechas recientes, como si realmente no pudiera encontrar un poco de luz en esa obscuridad en la que debía de inmiscuirse en su trabajo. Miró el té y recordó la sensación que acababa de generarle, tomó un poco de saliva y alzo a mirada.

- Tal vez... para ti que también te ha tocado sufrir, no sea tan bueno saber todo lo que yo he pasado…-se sinceró, aunque a la vez pensó que se había visto grosero por lo que sus mejillas se sonrojaron, de esta manera apenado, titubeo… -bueno... no... perdón… no quise decir eso… - dijo con angustia. - Sólo no quiero que cargues con lo que he vivido-

Miathamle escribió:^^~

Hendrix D'Ancre

Le llamó mucho la atención aquel suspiro y le sonrió.

-Porque alguien como tú, debería ser cuidado. No me refiero a que seas indefenso o que seas débil. En cuanto a la familia, en especial a los padres, un hijo les es lo más querido del mundo y se le tiende a cuidar como el más grande tesoro. Al menos para mi es así- miraba a los ojos a Eri, decidió acercarse un poco más al chico y le dio un casto beso en la frente -Yo no le veo lo malo a eso, todos tenemos ese derecho... a veces platicar con alguien te aligera el peso y el tener a alguien que te escuche es más que suficiente.

Acurrucó entre sus brazos al muchacho, sintió como si ya lo hubiera hecho antes, se sonrojó un poco, afortunadamente Eri no podía verlo aunque quizá podría escuchar su corazón acelerarse cuando le dijo aquellas palabras, estaba ahí sólo para él.

-Se siente bien tenerte así- murmuró mientras los abrigaba con su cuerpo, entre todos esos cojines -Sí, pero todo vale la pena si eres tú la respuesta a esa esperanza- comentó con tranquilidad aparente, como ya no estaba tan apenado permitió que el chico lo mirara a los ojos -Hay muchas cosas, cuestiones de trabajo... en parte he recordado sucesos que me han atormentado toda mi vida- suspiró un poco cansado.

Escuchó con atención lo que Eri contaba, parecía tener el peso del mundo sobre sus hombros.

-Lo que me quieras contar. ¿Desgracias? - sus ojos se abrían mucho, aquello parecía realmente pesarle al muchacho, le sonrió y decidió hacer algo que ansiaba desde unos momentos atrás. Le dio un beso en los labios, de esos que te toman por sorpresa y los daría más bien un niño que un hombre. Deseaba sacarlo de ese momento de tristeza -Entiendo tu sentir, es duro, pero nadie más lo puede hacer ¿cierto?- aún con él entre sus brazos, miró a las estrellas -Bueno, en general las personas somos estúpidas. Cuesta mucho trabajo salir del círculo vicioso y es tardado... pero en un momento dado lo lograrán. No te angusties Eri, las cosas son mejores cada vez que hay alguien más con un corazón tan noble como el tuyo- le dijo con sinceridad

Aquella mirada lo desarmó por completo y se levantó, sin decir nada, le quitó los zapatos al muchacho y luego se acomodó y comenzó a masajearselos, con esa paciencia de madre esperando que su polluelo saque sus penas. Pero también como el amante que será el paño de lágrimas y la fuerza para seguir adelante. Aquel muchacho lo movía demasiado, lo embrujaba poco a poco.

-¿Por qué no? porque soy un completo extraño que se atribuye cosas... o quizá porque tengo una pésima reputación o quizá por que soy taaaaan lindo como un ángel y no quieres corromperme...- le comentó con una sonrisa, tratando de que el chico riera mientras seguía masajeando sus pies -Puedo parecer un ángel... pero te aseguro que no lo soy - hizo un gesto de pillastre, de promesas y locuras contenidas -No te preocupes, tú me escuchaste, ahora es mi turno y si puedo aligeraré tu carga- miraba a Eri tranquilamente tratando de compartir su optimismo.

Hendrix D'Ancre

-En verdad crees que necesito ser cuidado? - cuestionó con un dejo de preocupación, al parecer esa cuestión se la había debatido frecuentemente. Se quedó pensativo mientras escuchaba a Hendrix sobre la importancia de los hijos para con los padres. Eri asintió levemente, aunque no por que él se sintiera identificado, aun era un joven y no tenia porque pensar como sus padres, pero hubo otra situación que le hizo responder.

- No hay muchos que en la actualidad quieran escuchar al otro. Prefieren ser escuchados… que atender problemas ajenos… - añadió. - Mi familia me escucha… pero… no se…-bajó la mirada. En aquel instante Hendrix se fue acercando, rompiendo aquella distancia que había entre ambos, Eri en ese sentido fue tomado por sorpresa y aunque nervioso, al final accedió a quedar acorrucado.

Tal vez tenía la razón… y debía ser cuidado por alguien, meditó. En tanto escuchaba que su corazón iba a la par que el de mismo Hendrix. Trató de calmarse.

También seguía atento a lo que le decía,  hasta que llegó el punto en el que su acompañante le refirió como: “una respuesta”. Eri le miró impresionado por aquella declaración que, en ningún momento le preparó para lo que vendría.

-en verdad soy la respuesta a tu esperanza? - preguntó aun un poco agitado.

En lo que Hendrix le respondía, siguió escuchando, pero aun cuando trató de comprender las razones del porque Hendrix se encontraba insatisfecho por su vida, dado que éste habló rápidamente y sin profundizar en eso... y justo cuando el mismo Eri compartía sus propias experiencias, fue nuevamente sorprendido pero ahora por un beso robado.

En ese momento sintió como si todo se detuviera, mientras que el calor en su interior se avivaba coloreando con ello sus mejillas. Sus sentimientos eran un mar de confusión… más que pensar en la moralidad o amoralidad, era como si algo más allá en su interior se despertaba.

En ningún momento se retiró, cerró sus ojos y correspondió a aquel beso... aun cuando aquello que se había despertado en sí le pedía retirarse, Eri decidió dejarse llevar por el deseo; de esta forma cuando sus labios se separaron de Hendrix, se sentía aun confuso... y un poco mareado.

Escuchó a Hendrix a la lejanía de su propio ser interno. Apenas comprendió lo que éste le decía, por lo que se forzó a enfocar su atención sobre la explicación sobre las personas estúpidas… Justo cuando Hendrix, hablaba de la nobleza en el corazón de Eri, este bajó la mirada, como si el mismo Eri se sintiera avergonzado...

En ese momento, Hendrix quería conocer más sobre la vida de Eri y le instaba a hacerlo; Eri escuchó sus razones aun un poco distraído, realmente el aparente optimismo de Hendrix no era algo que se contagiara fácilmente en Eri, ya que al parecer se necesitaba algo más que sólo optimismo para forjar una esperanza.

- Como dijiste, nadie más que yo pueden hacer mi trabajo. Pero… no es por ninguna de las razones que refirieres, la justificación por la que no te quiero contar más…  Ya te lo dije… has sufrido y sigues estando insatisfecho en tu vida…- se le quebró la voz.

- Y no… no necesitas ser ángel o demonio… mi trabajo conlleva un peso más fuerte del que cualquier humano puede soportar… - se sonrojó apenado, no queria ofender a Hendrix.

-Y no digo que no lo puedas hacer tu, pero incluso para hacerlo necesitarías aprender de tu propio sufrimiento y a la vez debes de olvidarle, y no prestar atención a tus deseos para con ello poder entender a otros; de igual forma, si quisieras ayudarme tendrás que sacrificar algo, lo más preciado...- explicó casi con ello la vida de un santo,

- No sería capaz de verte sufrir aun más y sólo por mí. Por eso mejor olvida lo que te he dicho, de lo yo he vivido!… yo no… no debería inmiscuirte en más… no debo contarte ya de todo lo que he pasado- le pidió, casi rogándole; ahora tras la pelea que tuvo con su familia, después de aquella primera vez que estuvo con Hendrix, comprendía un poco más aquella situación.

-Tu tienes a tus hijos y gente que te aprecia y que ha luchado por que te valores y te ames… no quisiera que los perdieras por mi…- dijo. - y en verdad no pretendo ser grosero, por lo que agradezco tu esfuerzo… - suspiró -Creo que en verdad nadie puede ayudarme - dijo y aquello nuevamente resultó doloroso reconocerlo; a menos que existiera una verdadera convicción de parte de Hendrix, podría romper esa defensividad y avanzar en conocer un poco más de Eri.

Por mientras, en aquel instante Eri pudo comprender un poco más aquello que había despertado dentro de su ser.

- por cierto…- le miró a los ojos por un momento. - Por qué si solo éramos “amigos conociéndonos”… me besaste?- preguntó en un tono de berrinche, en verdad seguía confundido por ello.

- No…. No es que no me guste… pero es acaso es por qué: "soy la respuesta a tu esperanza"?…- preguntó con preocupación…  -o existe algo más?… - quería saber si al menos su cariño era correspondido por Hendrix, o por el otro lado sólo era lo que su hermano alguna vez le dijo sobre la pasión y los placeres de los humanos...

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Hendrix D'Ancre

Hendrix puso atención a lo que decía Eri, no todos querían escuchar... era cierto. ¿Pero hasta qué punto se debía uno a la felicidad de otros? Miró a Eri cuando lanzó la pregunta, lo miró en silencio como no entendiendo porque ese asombro.

-Sí- contestó sin pensarlo, había sido el corazón él que respondía con vehemencia -¿Por qué no podrías ser esa respuesta? - miró con curiosidad, el pobre muchacho parecía confundido y el mismo Hendrix no sabía por qué se comportaba así.

Apenas lo conocía y sentía ya tantas cosas, todo su ser tenía una gran confusión. Y entonces se le quebró la voz al muchacho, eso realmente asustó a Hendrix, quizá había hecho algo indebido. ¿Ayudarlo implicaba tanto? Se sentía un tanto ansioso.

-¿Tan grave es que debería darte mi vida? - exclamó al escuchar a un ansioso Eri. Lo que siguió le desubicó un poco más. El muchacho se preocupaba mucho por él -¿De alguna forma te he hecho daño? - sintió una gran pena al verlo así, tratando de protegerlo de algo que no podía si quiera comprender -Siento que es mi culpa que hayas pasado ciertas penas - acarició suavemente la mejilla de Eri.

De pronto la pregunta del chico lo descolocó y se le tiñeron de carmín las mejillas, por unos instantes miró a otro lado, completamente abochornado. Luego volvió a mirar al muchacho.

-Errrr....- pasó saliva antes de contestar, buscaba las palabras y ellas se escondían -Mi corazón así lo mandó. Yo, ni siquiera lo pensé. Estando a tu lado he perdido completamente la brújula. Me gusta tu compañía, es como si... me hubieras flechado... y...- juntó las manos pero no dejó de mirar al muchacho y suspiró al escuchar la pregunta siguiente - ¿Algo más? ¿Crees que quiero... aprovecharme...?- preguntó algo dolido, volvió a suspirar y puso un poco de distancia, ¿sería que siempre toparía con lo mismo? Quizá debería pensar en otra forma de demostrar su afecto -Lamento que mi comportamiento te haya confundido. Seré más cuidadoso. A veces suelo ser demasiado confianzudo ¿no?- le sonrió de nuevo y le tendió la mano sin una pizca de enojo, no era momento de traerle recuerdos infelices a Eri - En fin, ¿Quieres caminar conmigo, bailar, cenar? ¿Qué más te gustaría hacer? ¿Que deseas que yo haga por ti? Recuerda que en el aquí y en el ahora estoy sólo para ti- sonrió desde el fondo de su corazón

Hendrix D'Ancre

Eri escuchó a Hendrix, pero no respondió a las preguntas que éste le planteaba, ya que a muchas de ellas Eri ya les había dado contestación.

En su momento negó… siendo una manera de responder, pero al final trató de calmarse y esperó.. ya que aun estaba agitado y ansioso por saber la respuesta a sus últimas preguntas.

No obstante las respuestas que esperaba lo dejaron aun más confundido en un inicio y ofuscado al final… no supo decir más incluso aun cuando Hendrix le propuso hacer otras cosas… hubo un silencio incomodo, pero en el cual Eri trataba de calmar sus sentimientos y emociones, así como centrar la razón de sus acciones.

Al final negó con la cabeza, bien podía interpretarse que no quería llevar a cabo las propuestas que Hendrix, pero lejos de ello, pronto se supo la razón de su negativa.

- Nunca me has lastimado y no es tu culpa que pase yo por penas. Lamento haberte preocupado- dijo en un leve suspiro.

- Vivo por las otras personas, ya que es mi tarea… así la quiera o no… no he podido salir de ese destino; además no quiero ser más egoísta de lo que ya he sido, aun si sacrifico mi libertad y felicidad en ello. Pero quiero que entiendas que no es tu culpa… como te dije, tendrías que dejar todo si quisieras ayudarme, aun cuando sea sólo escuchando y comprendiendo lo que hago... Y al menos yo no quiero ser la causa de que tu y tus seres queridos salgan lastimados solo por mi…. Aunque puede que... Tal vez... si, si pueda existir la manera en que puedas hacerme sentir bien pero…-  dejó aquello a la expectativa, aun se encontraba inquieto, por lo que suspiró. Si acaso Hendrix quería saber cuál era la manera de ayudarlo a sentirse bien, tendría que indagar más. Por mientras Eri continuó…

-pero… ¿por qué pensaste… en que yo sentí que tú querías “aprovecharte” de mi? ¿De donde sacaste esa idea?- preguntó pero a la vez sintiéndose culpable.

- En verdad, lamento haberte hecho pensar eso… Cuando me refería a algo más… era a saber si en verdad yo era algo más para ti que sólo un amigo… que en verdad querías que estuviéramos juntos por siempre…pero creo que yo sólo te causo confusión por estos momentos. No quiero forzarte a algo más…- se sinceró y bajó su mirada…

-Puedo ser la respuesta a tu esperanza… - asintió a la primera pregunta de Hendrix. - Pero aun no sé por qué debo de serlo… si ni siquiera puedo ser capaz de conocer por qué sufres, creo que he ido empeorando en lo que hago…- suspiró y miró a los ojos a Hendrix.

-Respeto que no quieras ahondar en decirme que te hace sufrir tal vez para no querer lastimarme… pero al menos respóndeme claramente… con respecto a tu esperanza… ¿quién te ha encargado la tarea de querer existir pese a lo que estas sufriendo? ¿Con qué ayudas cuentas para hacer lo que esperas? ¿Quién es tu adversario para no lograrlo? Y ¿Quién es el beneficiario de lo que buscas?  -  preguntó e hizo una pausa, al parecer que Hendrix respondiera aquello era determinante para Eri… aunque sabía que faltaba algo más por agregar.

- Y por cierto… a tus propuestas, sólo quiero estar contigo bailando, cenando, o lo que sea… quiero estar a tu lado… hasta el tiempo en que se pueda…- dijo en un tono de suplica, dado que al parecer su deseo de tenerlo sólo para él en una eternidad sería imposible de realizar... Ahora solo quedaba saber que diría Hendrix.

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Hendrix D'Ancre

Levantó un poco la ceja cuando los invadió un silencio incómodo, asintió cuando el chico explicaba lo que pasaba.

-¿Para otras personas? oh!! Entonces sí hay algo que puedo hacer...- exclamó ya un poco más tranquilo -¿Podrías decirme que es lo que debo hacer?- comentó tomándolo de las manos -Por favor, dímelo. De verdad quisiera poder hacer algo- comentó con sinceridad

Eri siguió con otras cuestiones y suspiró

-Es porque me ha sucedido con frecuencia... supongo que ya estoy a la defensiva en ese sentido- comentó mientras acariciaba las manos del chico -Me siento así porque... bueno... parece ser amor a primera vista- lo hizo levantar la mirada y le sonrió, se sentía un poco loco al decir aquello, casi era una proposición -Lo que pasa es que siento que eres muy amable y yo no he podido hacer nada por ti. Es injusto, debería darte algo a cambio por tu tiempo y tu cariño. Aunque sea sólo esto- le dio un beso suave.

Disfrutaba el momento cuando Eri le preguntaba otras cosas, quizá si él le decía más, el chico accedería a contarle también más cosas

-¿Alguien debería encargarme tener esperanza? Me es interesante esa idea. Para mi, la esperanza la creo, la alimento y me encargo esa tarea- le comentó con sincero interés -Ayuda... pues la de todos aquellos que están a mi alrededor. ¿Adversario? Las circunstancias a las que me debo enfrentar, mis propios miedos... El único beneficiario soy yo...- comentó con calma y miró a los ojos al muchacho, ponía todos sus sentidos en ello -Porque si yo no fuera el beneficiario ¿Cómo podría yo regresarle todo lo bueno a los demás?- era como una especie de retribución al mundo

-Comamos entonces, quiero aprovechar todo el tiempo que tenga contigo- no parecía preocupado y ordenaba algo ligero para iniciar y miraba a Eri -¿Qué se te antoja?

Lo pensó unos momentos y decidió hacer algo.

-Hay muchas cosas de las que me arrepiento... pero hay una cosa que me atormenta últimamente- su mirada mostraba cierta pena -Soy el culpable de la muerte de mi madre... y también de la muerte de una mujer inocente... y no fue valiente para defender a gente que me necesitaba- apretó las manos, recordando aquel momento tan terrible para él aunque fuer aun niño, no podía perdonarse aquel momento de pánico. No era algo que se suponía dijera a una persona como Eri -Perdona que me ponga sombrío... ya te estoy abrumando con esas cosas.

Hendrix D'Ancre

Nuevamente las respuestas de Hendrix dejaron pensativo a Eri, todas y cada una. De igual forma en este momento mantuvo silencio, sin interrumpir a Hendrix en sus palabras, incluso al final cuando éste pudo abrirse un poco más a su sentir.

En ocasiones estuvo con la mirada baja, pero en su momento la regresaba y observaba con atención a Eri, sus gestos, sus expresiones, sus emociones; antes de responder tomó saliva y pareció palidecer, pero se mantuvo ecuánime.

- No me abrumas…-dijo en voz tenue, en ese momento sin poderlo evitar su mirada se mostraba un poco triste.

- Como te dije, vivo por las personas… dependiendo de lo que ellas hagan, digan o sientan, lo que deseen y lo que esperen… todo eso lo siento en mi interior- comentó llevando su mano izquierda a su pecho, fue de esta manera que Eri respondió al primer cuestionamiento de Hendrix. Después mostró un leve sonrojo, aunque su mirada reflejaba angustia.

-y Gra… gracias por querer ayudarme - dijo bajando la mirada. - Si…. Si quieres ayudarme… tendrás que ser capaz de alcanzar el último elemento de la esperanza… para que yo lo sienta aquí en mi ser; pero pocos son quienes aprecian ese elemento… o lo mantienen en sí el tiempo suficiente… sería muy difícil para ti como lo es para todos los humanos- suspiró, cerró los ojos como si algo le doliera por dentro y apretó su mano que se encontraba a la altura de su corazón.

Tardó en articular palabras… aun no sabía que decir acerca de  las respuestas que Hendrix le dio, de aquellas preguntas tan relevantes para Eri: ¿quién te ha encargado la tarea de querer existir pese a lo que estas sufriendo? ¿Con qué ayudas cuentas para hacer lo que esperas? ¿Quién es tu adversario para no lograrlo? Y ¿Quién es el beneficiario de lo que buscas?...

Tras pensar, decidió ser sincero.

- También debo añadir que… lamento decirte que… si piensas como lo que me acabas de responder a mis últimas preguntas… te has engañado a ti mismo todo este tiempo…- Miró en ese momento a Hendrix.

-No quiero ofenderte… se ve que has hecho un gran esfuerzo, pero si te mantienes en ese pensamiento al responder esas cuestiones, no lograrías alcanzar el último elemento de la esperanza.- su voz parecía debilitarse. Suspiró para retomar fuerzas.

- Pero no quiere decir que no seas capaz de en verdad lograr hacer lo posible por alcanzar todos los elementos de la esperanza. Ahora respondes así por lo que posiblemente has vivido… No obstante, ya que me he comprometido en cumplirte como respuesta a tu esperanza, te puedo ayudarte a saber sobre eso… no fallaré a la promesa y el contrato que acepté en tu petición- dijo con un voto de fe, le sonrió débilmente pero con sinceridad; si realmente Hendrix quería saber la valoración a sus respuestas debía de aceptar en que había cosas que podía estar errando y con ello saber más al respecto, y no sólo ayudarse, sino que también podría permitirle ayudar a Eri.

-Y gracias por lo que me has contado, ahora que lo veo… y lo siento, tu culpa genera una herida muy profunda - seguía apretándose el pecho, como si realmente hubiera sido capaz de sentir ese mismo dolor, sonrió. Trató de reponerse poco a poco, no quería preocupar a Hendrix.

-Me parece bien si comemos un poco… un gelato de vainilla estaría bien - dijo como un pequeño niño, aun un tanto apenado por decir uno de sus postres favoritos.

Se intentó incorporar, para que con eso fueran a comer, pero debido a la debilidad que sintió, a la par de que seguía sin zapatos, se le enredaron los pies, y tropezó consigo mismo, por lo que al tenerlo cerca cayó sobre Hendrix, quedando de esta manera en una posición bastante comprometedora. Rostro con rostro, casi a punto de darse un beso.

- Lo…. Lo siento- dijo Eri bastante abochornado, no pesaba en realidad, pero aun así trató de apoyarse en el suelo para no lastimar a Hendrix. Lo miró a los ojos… aquella posición cambió su rostro, ya que se le notaba en sus ojos, la sorpresa de haberse caído… incluso en aquel instante, la relación entre ambos se estrechaba cada vez más, pero de inmediato Eri se separó un tanto asustado.

- Mi… mi familia siempre me ha dicho que soy muy torpe…- dijo con sinceridad, abriéndose poco a poco, tal como quería Hendrix.

-Torpe en muchos sentidos… por ejemplo… - agregó - No… no sé cuando me están engañando muchas veces y me lastiman… y creo que ellos sufren y… y a la vez se enojan conmigo - se incorporó, su mirada volvía a verse un poco triste. Tendió la mano a Hendrix para que él también se incorporara.

-Te ayudaré a levantarte - dijo, aunque pareció imposible que alguien de la complexión bajita y débil de Eri soportara el peso de alguien de la complexión de Hendrix; no obstante aquella acción a la vez parecía una metáfora, de esta manera si el mismo Hendrix se daba cuenta de que si se apoyaba en Eri, en otros sentidos, tal vez también podría levantarse en otros sentidos y preguntar aspectos que podrían ayudarle de ese momento en adelante.

Ahora sólo quedaba decisión de Hendrix al respecto de ello.

Miathamle escribió:0_0?

Hendrix D'Ancre

Esa mirada triste que a veces tenía el chico lo tenía con ciertas ansiedades.

-Debe ser muy pesado eso de sentir tantas cosas, además de lo que tú mismo podrías estar pasando- de cierta forma sintió algo entre piedad y lástima -¿La esperanza tiene elementos? ¿Cuales son esos elementos?- preguntó con interés, era una idea nueva la que Eri le mostraba sobre la esperanza, se encogió de hombros -Estoy acostumbrado a eso... suele costarnos muchas cosas- dijo con calma, sin sentirse ofendido, ya otro pelirrojo se lo había comentado.

Miraba el cielo cuando Eri volvió a la carga, era interesante dejarlo pensar y que regresara con cosas nuevas, cosas que lo dejaban reflexionando.

-¿En serio? Vaya... jamás lo hubiera pensado- meditaba mientras se perdía en los profundos ojos de Eri -Hasta el momento me has tratado muy bien, no me sentiría ofendido. Pero para que yo pueda entender, de verdad necesito que me expliques que es para ti la esperanza, quizá ahí hay parte de la confusión- lo miraba atento, ansioso por aprender esa nueva visión -¿Contrato? - preguntó sorprendido.

Lo veía cada vez más lánguido, como si sufriera al igual que él, ya no pudo seguir ese curso de pensamientos pues de pronto tenía a Eri entre sus piernas, a punto de besarlo y cual ciervo escapaba con agilidad. Le tendió la mano, la cual estrecho Hendrix sin dudarlo. Pero no se detuvo en eso, rodeó la cintura del joven y lo besó apasionadamente. Se separo de él, sólo un poco y le sonrió.

-Perdona... sentí la necesidad apremiante de hacerlo- comentó algo abochornado pero sin arrepentirse de esa sinceridad -Yo... er... lo siento por robarte de nuevo un beso... pero sabes tan bien, que uno se hace adicto- se puso más rojo, apoyó su quijada en el hombro de Eri y le susurró al oído, como para que nadie más supiera -No había notado, que mi cuerpo se adapta muy bien al tuyo... hasta hace unos momentos... que te tuve sobre mi- se alejó un poco, tosió y comenzó a hacer un pequeño lío con algunas cosas que puso en una manta, sin ver al chico, estaba sumamente avergonzado por haber hecho aquello. Habló con el buttler e hizo el pedido de Eri, luego lo tomó entre sus brazos para cargarlo.

-Iremos por tu postre, pero no sería un buen anfitrión si te dejara andar descalzo por ahí... así que te llevaré por el helado- le daba un beso en la frente al chico y lo dejaba escuchar su corazón. Tomó la manta para dirigirse al otro mirador que había en el lugar.

Cuando llegó tiró un cojín y puso suavemente en él a Eri, extendió el trapo sobre el pasto e invitó el chico a acomodarse ahí, tenían una vista muy agradable desde ese otro mirador, era ese tipo de ambiente donde Hendrix se sentía más libre.

-A veces, cuando era pequeño, salía de mi habitación y recorría los jardines, esperaba que con algo de suerte algún día encontara un tesoro- miró a Eri con algo ya cercano al amor y lo mimó -Quiza... no busqué bien o quzá sólo me sofocaba estar entre tanta piedra y necesitaba ir por ahí y disfrutar la vida.- se acostó cuan largo era, hizo con sus brazos una almohada, mirando a las estrellas, sonrió, tenían un tintineo plateado que le recordaba cierta niebla que le gustaba observar.

Mientras se daban un tiempo, el buttler les llevaba el helado que había solicitado Hendrix. Cuando volvieron a estar solos Hendrix le puso un poco del helado en los labios a Eri, el cual le quitó después, dándole pequeñas mordidas o besos.

Hendrix D'Ancre

Eri no ahondó más sobre el peso que sentía por sentir lo que otros, ya que evocarlo podría ponerle inquieto como hace unos instantes atrás. Frente a las preguntas que Hendrix comenzó a plantearle, no las respondió de inmediato y mucho menos después del profundo beso que Hendrix le dio, después de haberse caído sobre de él.

Tal como en el primer beso, Eri mostró sorpresa pero casi al poco tiempo después sumisión. Se dejó llevar por aquel beso que avivaba sus sentimiento y provocaba que su corazón que latiera acelerado. Realmente en ese instante todo su consiente se nubló, no era capaz de pensar en nada más que el calor que sentía, contagiado de lo que el mismo Hendrix sentía.

Cuando se separó el rubor de sus mejillas se notaba al rojo vivo, miró la sonrisa de su interlocutor y trató torpemente de imitarla. Seguía un poco confuso pero negó ante las disculpas de Hendrix, de manera mecánica y sin meditar en lo que hacía.

Tras escuchar aquel susurro, lo miró tratando de entender sobre lo que significaba que su cuerpo se adaptara al de Hendrix, de tal forma que lo dejó meditando.

Si nuevamente se estaba equivocando… no era algo de lo que quería saber en ese momento… seguía confuso por lo que para despertar del letargo buscó sus zapatos.

No obstante, pronto Hendrix volvió y no le dio la oportunidad de calzarse, de tal forma que incluso le llevó en brazos hacia otro punto de aquel jardín. Eri dirigió una última mirada a aquel sitio, antes de voltear a ver a Hendrix, sin saber aun que añadir….

Una vez en aquel nuevo sitio fue colocado sobre mullidos cojines, y aun lado miró a su interlocutor recostando y mirando las estrellas... por fin su corazón se estaba acompasando nuevamente a una aparente tranquilidad.

- Tal vez eran las dos opciones: buscabas ese secreto y también querías ser libre- comentó sobre aquella anécdota de cuando Hendrix buscaba en el jardín.  

Ya calmado, por fin había recordado que debía de explicarle algo importante a Hendrix, para cuando llegó el Buttler llegó con su postre. Los ojos de Eri mostraron una tierna emoción infantil, aunque en ese momento Hendrix le dio de aquel helado, algo que lo sorprendió por demás y que de igual forma no lo preparó para ser comido a besitos.

En un inicio Eri no supo si retirarse, aunque pronto pareció sentir un leve cosquilleo que le hizo apartarse, al hacerlo con la legua trató de retirar un poco de aquel gelato por si mismo, por lo que mostraba aquella escena algo sugestiva.

- Me haces cosquillas- reprochó divertido. Era demasiado inocente hasta para entender más allá sobre lo que sucedía. - Además… si… Digo… lo mejor es que si quiero ayudarte… no me emocione a que…- se quedó en silencio y bajo la mirada.

- No creo que puedas ser capaz de dejar a tus hijos y todo lo que tienes y haces... por mi… o si?- preguntó, sin que fuese un reproche, más bien el mismo sabia que se encontraría con una negativa, por lo que decidió pensar que lo mejor era no inmiscuirse emocionalmente por el momento.

- Mi padre… no dejará que esté con alguien si no se queda por siempre conmigo…- o al menos eso entendió de aquella vez que su padre intervino. Pareció inquieto.

- Con respecto a tus preguntas solo puedo responder a algunas en este momento... los elementos que consisten en una esperanza, al menos en un inicio es el optimismo, ello comporta ponerse a prueba en la aventura de buscar un nuevo estadio de la vida superior al actual. Muchos confunden todavía eso... Otro elemento es la convicción,  el advenimiento del futuro depende en mucho del actuar humano y la decisión que tome para cambiar. No puedo decir más...- dijo apenado.

- Perdón por no hablar de un contrato, debemos de sellarlo... si… si quieres en verdad que sea la respuesta a tu esperanza. Al hacerlo yo haré lo que esté en mi para que logres lo que buscas conseguir con tu esperanza…- le sonrió un momento.

- Si aceptas, tus preguntas que planteaste hace unos instantes podrán ser respondidas en su tiempo debido para que tu logres lo que esperas. Si es que aceptas sólo toma mi mano y obtendrás un sello que te acompañará donde quiera que estés, incluso en los viajes que haces... y con todo lo que tenga relación contigo- explicó mientras esperaba la respuesta afirmativa de Hendrix. Titubeo un poco, su corazón latía nuevamente acelerado, casi como si el mismo se estuviera lanzándose a besar a Hendrix, lo cual nublaba un poco su mente. Trató de mantenerse sereno.

- si lo aceptas… estaré conectado contigo desde ahora en adelante... de esta forma cada vez que en verdad necesites de mi ayuda yo apareceré- extendió su mano diestra y tras generar una leve energía cálida, de color rojizo, en su palma se hizo ver en ese preciso momento una especie de un tatuaje, esa herencia de su familia consistía en dos seres que parecían demonios y que se encontraban entrecruzados y en el centro una manzana dorada.


De tal modo que al momento que Hendrix le diera su mano y la estrechara cerrando el contrato, la mitad de esta marca quedaría gravada por medio de una ola de calor en su propio palma.

Por supuesto Hendrix aun podía negarse, pero con la consecuente reacción que pudiera pesar en Eri y la posibilidad de esta vez perderlo para siempre.

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Hendrix D'Ancre

Hendrix disfrutaba de cierta forma aquella aparente docilidad de Eri, aunque había notado que también tenía sus formas de hacer las cosas y su voluntad no cambiaría sin buenas razones. Le dedicó unos minutos más al cielo y volvió su atención a Eri, quien le daba una respuesta. Quizá podía ser así... quizás no... respiró hondo y suspiró. Se sonrojó por el gesto del joven limpiando el mismo el helado, era excitante, pero Hendrix se mantuvo en su sitio, sin dar por hecho algo que tal vez no pasaba. Le sonrió cuando le reprocho lo de las cosquillas.


-Ahora ya sé que te da cosquillas... después indagaré que más- no pudo evitar reír al escuchar la incoherencia que siguió -¿No te emociones?- lo miró con un poco más de profundidad, quizá sí estaba pasando algo, pero la timidez de Eri no podía permitirle dejarse llevar, iba a besarlo de nuevo cuando le dijo una verdad que era muy conocida.

Se mantuvo unos momentos indeciso en qué hacer, la sonrisa se le borró y fue su momento de rumiar las cosas. Se tomó su tiempo, sin perder la calma. Miró directo a los ojos a Eri, sis sus palabras no explicaban todo, sus ojos lo harían.

-Siendo sincero... No. No los dejaría ahora- contestó sin titubeos -No sé las razones de tu padre para hacer eso, pero supongo que lo hace por tu propio bien, aunque eso no implique que seas feliz o ¿si? - acarició la mejilla del chico -Hasta donde mi entendimiento da... no hay nada que dure para siempre. Tal vez el alma, pero no me gustaría verte donde estoy destinado a ir- se tapó la cara unos segundos y ahora él puso la distancia entre ellos -De entre todos mis pecados... hay dos por lo que me iré al infierno... sin lugar a dudas.- dijo con voz ronca, todos sabían de sus locuras pero pocos o casi nadie sabía lo mucho que lo afectaban -Maté a mi madre... y soy un suicida- sabía que para ese último pecado no había forma alguna de expiación.

Sacudió la cabeza, necesitaba quitar de encima esa sombría perspectiva.

-¿Por qué dices que confunden el optimismo y el mejoramiento como persona?- asintió a lo que le comentaba el chico, la convicción, le llamó la atención esa forma de definirla, su mirada volvió a engancharse a Eri -¿ayudarme?

Parecía sopesar lo que pasaba, miró seriamente la mano que le tendía el chico, había un poco de escepticismo, acaso...

-¿Khun está incluido?- le preocupaba que aquel ser pudiera llegar a lastimar a Eri, mantuvo su mano cerca, casi para tomarla, se abrió la camisa y mostró unos tatuajes que recorrían gran parte de su cuerpo, eran negros -Son las muestras de un hechizo con el que he contenido la "maldición" que pesa sobre mi familia. Hasta que William tenga 15 años pasará a él y así sucesivamente con sus hermanos. Khun es como un otro yo... el que decanta la balanza hacia un lado u otro. Y seguirá así hasta que de la familia quede un solo heredero por ambas ramas.- comentó a Eri, ya después podría explicarle a lo que se refería y porque en ese sentido Faolan era tan importante. Volvió a poner su mano casi para tocar la de Eri, sentía el calor del sello -Te lo agradezco... pero antes de aceptar... necesito saber cuales son las clausulas. ¿A qué me estoy comprometiendo contigo? Quiero corresponderte como se debe. No quiero que por mi culpa pudiera sucederte algo malo. Khun podría lastimarte. No me perdonaría si algo te sucediera...- le dijo amablemente no estaba negándose, sólo necesitaba saber que no haría daño a Eri y una vez que el joven respondiera, Hendrix se entregaría a él.

Hendrix D'Ancre

Ante la pregunta sobre por qué no debía emocionarle dejó más avergonzado a Eri, por lo que no respondió al sentirse dubitativo en si responder. Finalmente Hendrix agregó su respuesta a una de las cuestiones que el mismo Eri le había planteado, la cual iba en caminada a dejar todo por el mismo Eri.

El joven conocía la respuesta de lo cual importante era su familia para Hendrix y aunque se mostró inquieto al escucharla, no agregó más, solo escuchó. Posiblemente en ese instante mucho menos hablaría porque no quería emocionarse de más. En determinado momento hubo algunos aspectos de lo que Hendrix le contaba que le llamó su atención.

- No sé tampoco si las razones que me dio mi padre son validas… no siempre he sido un buen orgullo para él. Yo siento que lo he decepcionado. Mi mamá siempre me ha dicho que, muchas cosas de las que hace mi papá es para hacernos feliz… a mí y a mi hermano, pero no he sabido apreciar eso… tal vez por que él frecuentemente me regaña cuando cometo un error - suspiró. - Pero… supongo que ahora lo que menos quiero es decepcionarlo más, finalmente cargando con el pesar de otros es difícil ser feliz, como para seguir insistiendo en yo serlo... Aunque no pierdo la fe en que sucederá- asintió para sí convenciéndose de ello.

Siguió la plática y el mismo Hendrix le contaba un poco sobre de los eventos que pasó en su vida, y  las razones por las que parecía estar condenado al infierno.

- Para los humanos el suicidio es una cuestión es muy fuerte , es cierto- mencionó comprendiendo un poco lo que Hendrix le contaba, aunque parecía que ocultaba algo al respecto ya que en determinado momento  bajó su mirada avergonzado.

- Mi padre me enseñó hace mucho que todo lo que hacen los humanos tiene una consecuencia, pero hasta donde sé los humanos no pueden saber si irán al cielo o al infierno por lo que han hecho… posiblemente incluso puedas quedar en el limbo- dijo meditando, aunque se sintió avergonzado ya que eso podria generar expectativas equivocadas.

- No, no quise decir eso… tal vez sí, tu destino sea ir al infierno, pero no como piensas. O tal vez tu alma ira a otro lugar. Pero, en tu caso, de qué sirve revivir constantemente ese pasado?- preguntó como si aquel punto en verdad no lo entendiera mucho.

-Muchas veces la gente no avanza… por revivir siempre su pasado. Y a veces eso no lo entiendo tanto.- Parecía ser sincero, como si por representar a la esperanza, ese punto fuese conflictivo para él. Suspiró nuevamente.

-Respondiendo a tu pregunta, existe un optimismo en el que en realidad no se espera un cambio … sencillamente la persona se mantiene conforme con lo que se tiene. Es como decir “este mundo es el mejor de los posibles” pero no hay más. El optimismo ligado a la esperanza afirma que estamos en un mundo mejorable, y por eso no se instala en el presente o en el pasado, sino que emprende el trayecto que conduce a una meta futura. Hace que las personas decidan existir… salir… y mejorar. No todos se dan cuenta de eso - dijo en voz tenue. Esa era la razón por la que el optimismo inicial de Hendrix no pareció influir en Eri, pero de eso debía darse cuenta el mismo Hendrix.

Finalmente la situación avanzaba y con ello el pacto parecía firmarse, no obstante había algo que hacía dudar a Hendrix. Cuando Eri lo escuchó le volteo a ver a los ojos.

- Khun?- murmuró y después escuchó un poco la preocupación de Hendrix, incluso con ello conoció un poco sobre las marcas en su cuerpo. Dirigió su mirada a cada punto en el cuerpo de Hendrix, y aunque nuevamente un rubor se colocó en sus mejillas escuchaba sobre cómo se debía de pasar aquella maldición en la familia D'Ancre.

- La compasión humana es bastante fuerte…- añadió meditando aun la preocupación de Hendrix y suspiró.

-Tu mismo lo has dicho - le respondió en un inicio con sencillez.

- Una maldición es la expresión de un deseo maligno dirigido contra una o varias personas. Aun siendo Khun lo que es, su poder está atado al deseo y destino que aquel ser le impuso, al ponerte esa maldición. E incluso hay muchas cosas más en juego que podrían interferir, como saber de donde obtuvo su poder la persona que fue capaz de invocarlo. Pero siendo yo hijo de Lucifer no tendría por qué lastimarme… ya que aun entre los demonios hay jerarquía… si se puede decir de alguna forma- dijo meditativo.

- En todo caso que llegara a hacerlo… existe una forma de evitarlo. Pero es la misma situación si tú mismo no cumples con la esperanza que te propongas. Existe un convenio entre mi poder y el de mi hermano. - con ello se entendía un poco la forma de aquel tatuaje en su mano.

- Si cometes algo que vaya en contra de esa esperanza que te estás proponiendo, o si haces algo que pueda ponerme en riesgo, mi hermano Sebastián aparecería frente a ti. En caso de que fallaras se rompería mi lazo contigo y tendrías que cumplir lo que sea que te pida... es su precio por fallar un contrato conmigo.- dijo con sinceridad, mantuvo su palma esperando la respuesta de Hendrix.- Aunque puede aparecer antes... no entiendo mucho su forma de trabajar, lamento no decir más-  parecía apenado, no quería obligar a Hendrix y si estaba haciendo ese contrato es que parecía que el mismo Eri tenis fe en su interlocutor.

Miathamle escribió:0_0

Hendrix D'Ancre

Hendrix asintió y tomó la mano de Eri, había cosas que no le convencían pero poco a poco podría entender más lo que Eri le dejaba entrever. Ya no dudaba, ya que le respondía sobre los alcances que podía llegar a tener una falta a su contrato. Era normal, las cosas nunca pasaban por que sí. Sintió como el calor de la marca pasaba a su mano y vio sorprendido aquello, aunque era de esperarse dada la posición de Eri, ser el hijo de nquien era, seguro le daba muchos más problemas que ser un noble.

Una vez cerrado el contrato, tomó de la cintura a Eri y lo acercó a él para poder comerselo a tímidos besos, disfrutando cada uno de ellos. Se detuvo de súbito, razonando un punto importante, el padre del joven era Lucifer, el nombre no le decía mucho aunque en el fondo de su ser había algo que le decía que debía tener cuidado y lo enfurecía a su vez.

-Eri... ¿Tú tienes cuernitos? - preguntó muy serio y luego comenzó a reir, acarició la cabeza del joven con ternura -Puede ser un cliché... pero uno nunca sabe- le plantó otro beso, más demandante, más profundo se separó sólo un poco, se llevó la mano al pecho -Sé que no conozco a tu padre... sin embargo, siento coraje contra él- miraba extrañado a Eri, sacudió la cabeza -No te preocupes, seguro son locuras mías- le dio un beso en el cuello a Eri, lo llevó a sentarse y se acomodó de tal forma que recostó su cabeza en las piernas de Eri -Permite que este así contigo, me gusta olerte y tenerte cerca- pidió como un niño mimado

Hendrix D'Ancre

En cuanto se selló el contrato aquel calor traspasaba la mano de Eri hacía la de Hendrix. Eri se mostró más solemne y suspiró al final como si se sintiera debilitado.

Para cuando Hendrix le abrazó y le brindó unos besitos, ya fuese por dicha debilidad Eri se dejó llevar, pero esta vez correspondió ya sin oponerse en sentir algo más o emocionarse. Si aquello estaba mal al parecer Eri ya no le iba tomando relevancia, lo comenzaba a disfrutar aún siendo tímidamente, algo que Hendrix pudo percibir. Cuando éste se separó Eri seguía como mareado, los sentimientos propios y los de Hendrix le confundían, pero el último sentimiento, parecido al enojo hizo que Eri tratará de volver a enfocar sus sentidos, con ello vino cierta confusión.

- cuernos? Su... supongo que sí- Preguntó y luego tratando de centrar su atención en eso asintió levemente. - Pero no me doy cuenta cuando salen... Mi hermano Owen me ha dicho que le gusta cómo me veo- dijo apenado -

Owen manda fanservice para la mami de Hendrix:

- … Y.... Y no me preocupa que sientas coraje hacia mi padre. No serías el primero ni en último en odiarle. Pero hace mucho me dijeron que esos son asuntos de mi padre... Así que yo trató de no saber o inmiscuirme en más - dijo un poco avergonzado, aunque aquel sentir que había percibido aún le dejaba confuso, siendo de esta manera que dejó besarse en el cuello, aunque cuando pronto sintió algo de cosquillas Hendrix se había retirado. Eri miró atento en lo que éste último hacia y con un dejo de sumisión se permitió guiar por Hendrix.

Hace mucho cuando Hendrix se colocó en una situación similar, Eri se mostró dubitativo, esta vez no era la excepción. Lo miró y un poco tímido tomó del cabello de Hendrix y le acarició suavemente.


- Creo… que no tengo problema que te quedes… así- dijo azorado. Suspiró nuevamente.

Sus emociones volvían a apaciguarse, lo que le dejaba pensar un poco. Parecía pensativo por lo que un silencio repentino marcó una línea de separación en la conversación.

- Ta… También me gusta estar contigo- añadió. -Quieres? - preguntó ya que con su índice le ofrecía un poco de aquel gelato, al parecer se había dado cuenta en ese instante que si no se lo comían se desperdiciaría. Hizo un movimiento similar al de Hendrix, cuando éste le puso gelato en sus labios, pero Eri lo hacía como para alimentar a Hendrix, más que por otras cuestiones.

-Y creo que es hora de resolver algunas de las preguntas… que quedaron al aire.- añadió mientras esperaba la reacción de Hendrix. Era momento de comenzar a cumplir su parte del trato.

- Hace poco cuando respondiste algunas de mis preguntas, yo te dije que estabas equivocado. Te explico un poco del porqué…- comenzó a hacer memoria.

- Cuando te pregunto… ¿quién te ha encargado la tarea de querer existir pese a lo que estas sufriendo?  Me dices que tú la creas, la alimentas y te encargas de ella… no es malo de alguna manera… pero pareciera significar que las situaciones por las que luchas, tú mismo las has creado, como si tu impusieras la razón de existir…. Si el el optimismo implica insatisfacción, parece que tú mismo propicias la razón del porqué estas insatisfecho… por ejemplo: la madre que no tiene para dar de comer a sus hijos a causa de la pobreza, la persona que vive sufre en un enfrentamiento tras la guerra, una pareja que no puede estar junta por la distancia - en aquel momento se le quebró un poco la voz.

-la pobreza, la guerra y la distancias, son causas que muchas veces provocan que una persona desee existir y salir de esa situación…- suspiró. -De esta forma parece que tú debes de salir de tus mismos conflictos que te has creado. Espero haberme sabido explicar.-

-Cuando te pregunto, ¿Con qué ayudas cuentas para hacer lo que esperas? - hizo una pausa. - Me dices que “es la de todos aquellos que están a tu alrededor"… La ayuda implica si tienes los recursos suficientes para salir adelante. Si cuentas con los suficientes no hay razón por la que requieras tener esperanzas ya que hacen que tu vida te sea mejor. Si todos son los que te ayudan aquellos recursos que necesitas, entonces hay de dos… esperas a que todos te ayuden para salir de tus problemas o todos los que te ayudan no son suficientes para lograr lo que esperas. Sea cual sea el caso… parece que los estas usando- se mordió el labio, no quería ser grosero.

- Los recursos son otro elemento importante para la esperanza- hizo una leve pausa.

- Pero antes de pensar en los recursos es necesario pensar en la tarea que debes de realizar para salir del sufrimiento en el que vives. Cual es esa tarea que tu debes afrontar?- Preguntó, si Hendrix estaba poniendo atención, Eri le acababa de dar otro aspecto que conforma una esperanza: El optimismo, la convicción,  la tarea y los recursos.

-Y también quiero que entiendas que ayudarte de otros no es malo, ya que para realizar una tarea, muchas veces se necesita la cooperación de otros. Pero es muy distinto que una persona te ayude para salir adelante... a que, lo que hagas tu esperas conseguir, con la participación de otros le ayuda a más de uno - Pareciera que estaba añadiendo otro factor, pero no agregó más, era momento de esperar a lo que Hendrix opinaba al respecto.  Las otras dos preguntas por aclarar parecían las más cruciales.

Durante la platica también el gelato se iba terminando ya que Eri comió un momento de él. Después continuó.

-Cuando te pregunto: Quién es tu adversario para no lograrlo?  tu dices que las circunstancias y tus miedos. Las circunstancias son muchas y cualquiera podría interponerse a que logres tu esperanza, incluso tu mismo con tus propios miedos. Así que no te dejas mucho para poder vencer a tu adversario… mientras que a la vez tu mismo eres tu propio adversario.  - comentó.

- Finalmente ¿Quién es el beneficiario de lo que buscas?  Dices que tú mismo…  -suspiró. -Aun cuando aclaras que es para otros, reiteras que es para ti. Pero si tu mismo has iniciado tus problemas, tu mismo los resolverás para ti, pero tu mismo te pones trabas, y al hacerlo usas a otros. No suena muy congruente- volvía a ponerse azorado, ya que en lo que cabe Eri hablaba sin pelos en la boca.

- No quiero ofenderte con lo que te he dicho… pero eso es lo que yo veo con tus respuestas…-

Esperó con ello nuevamente la reacción de Hendrix.

Miathamle escribió:^^~ wiiii Gracias Owen

Hendrix D'Ancre

Poco a poco parecía que Eri disfrutaba más la situación, Hendrix podía sentirlo. Le sonrió por la respuesta sobre los cuernitos, realmente no lo esperaba pero era divertido.

-¿Owen? Yo he escuchado ese nombre...- le dijo pensativo, sus sentimientos cambiaron, el enojó fue olvidado y vino una especie de aceptación -Parezco loco- murmuró más para sí, ladeó un poco la cabeza a lo que decía el chico -Entiendo. Pero odiarlo, nop, es un sentimiento de molestia. Como sea, no lo conozco, no tendría razones para tener algún sentimiento adverso hacia él- contestó encogiéndose de hombros

Cerró los ojos y disfrutó del roce de los dedos de Eri en su cabello, casi podía olvidarse de todo y dejarse guiar por el viento. Era una sensación de tranquilidad que pocas veces tenía. Aceptó el helado de buen grado, aunque Eri lo hacía de una forma muy inocente. Sus ojos y todo su ser estaban atentos a lo que el chico relataba, quería poner todo su ser en lo que tenía que entender.

Se mantuvo expectante, sin interrumpirlo.

-¿En serio? ¿ entonces mi optimismo implica insatisfacción? Yo lo pensaba como una buena forma de seguir la vida, era como la representación de la fuerza que necesito para avanzar en el camino que me he trazado- contestó, entrecerró los ojos, al notar que cuando Eri hablaba de parejas, algo en el muchacho se alteraba, suspiró un poco -Quizá haya dos niveles... las cosas que yo propicié... y a las que me he tenido y tengo que enfrentar, mi trabajo a veces me agobia. Hay que mantener la paz con los vecinos, ya no quiero más guerras y Vincent tampoco. Hay que ver las concesiones que se hacen, las disputas que debo resolver yo o las que debo enviar a Vinkun para que se de el veredicto final y ese tipo de acciones no siempre son tomadas a bien por los involucrados- pensaba en un conflicto de tierras entre nobles y campesinos... las súplicas de las madres que buscaban a sus hijos cuando regresaban de algún conflicto armado...

Aún eran pensamientos que debía consolidar, Hendrix rara vez entendía las cosas a la primera, pero trataba de hacer un esfuerzo por asir el punto que Eri le mostraba.

-¿Y está mal usarlos?- miró más interesado a Eri -¿Me gustaría saber como en esta situación en particular no usaría a alguien o a algo?- a fin de cuentas las personas se usaban mutuamente en muchos y diferentes sentidos. Por la mente de Hendrix pasó una palabra "Perdón", pero la dejo ir, esa posibilidad estaba tan lejana como la tumba de Aixa. Comenzó a rumiar lo siguiente en el discurso de Eri -Pero si esa persona no me ayudara a salir adelante ¿Cómo podría yo ayudar a otros?- en ese momento parecía confundido. Había varios factores que tenía que desmenuzar.

Pues sí, uno es su adversario... pero ahí vendría la cuestión de los recursos con los que se cuenta, que tan fortalecido estás. Eso no lo aprendes y logras si no tienes ensayo y error. A veces no lo harás por miedo, otras veces con esa experiencia lograrás afrontar lo que viene y así... comentó aunque debía estar más centrado -Vaya...- la forma en que lo explicaba Eri era claramente el resumen de las vidas humanas, contradicciones, intensiones, miedos, apoyos... había un poco de todo. Para él todavía ese esquema era bastante lógico.

Se tomó su tiempo en contestar.

-No tengo porque ofenderme... tampoco creerlo a ojos cerrados...- comentó tranquilamente -Con esto no quiero que pienses que me quedaré aquí sentado sin moverme y me cerraré a tus palabras. Es sólo cuestión de significancia. Hasta que no lo experimente no podré darle el sentido adecuado- comentó y miró sus manos

Hendrix D'Ancre

-Owen suele estar en muchos lugares… no me extrañaría que lo conocieras… -  respondió con respecto a uno de sus hermanos. -Y lo de mi padre, no dije que tu lo odiaras - dijo como si aquello le diese gracia. -tranquilo… no es algo que me acongoje… - dijo aunque pareció reflejarse cierta tristeza en su mirada.

En ese momento Hendrix procuraba dar a conocer su perspectiva sobre lo que Eri le explicaba.

-Todo optimismo implica insatisfacción, porque si no te satisface algo buscaras la fuerza que necesitas para avanzar, es inherente ambas conceptualizaciones - aclaró a su ver. No refirió más estaba acostumbrado a las guerras como para sorprenderse de las batallas que se libraban en el mundo de Hendrix.

-No sé si está mal usar a alguien- dijo, aclarando el punto de Hedrix le cuestionaba. -Los humanos suelen ser susceptibles a eso… en los demonios es común que usen a las personas. - mencionó estaba claro que Eri tenia la concepción de ética en ese sentido por lo que había aprendido de su trato con humanos, no tanto por lo aprendido en su familia de origen.

-Si una persona no te ayuda es porque no se identifica con tu tarea. Ahora, en caso de que si te ayuden, a la vez auxilias a esa persona que podrían estar pasando por algo similar a lo que tu estas pasando. Les brindas la posibilidad de que ellos conozcan un camino por el cual tomar, cuando ellos tengan que resolver su Tarea, sino es que ya la resolvieron al ayudarte. La cooperación no tiene mayor profundidad. Si no entiendes como ayudar a los otros, tal vez te ha faltado aprender a ver sobre los problemas de los demás. O al menos eso he visto- le miró con aparente docilidad.

- Y por otro lado una cosa es ser adversario y otra que tu venzas tus propias fuerzas. Es como un deportista que se pone la meta de correr más rápido de lo que ya corre, pero no se corta la pierna para probar que sigue corriendo. Ser un adversario implica muchas veces el hacerte daño; pero no sé que entiendas tu, tal vez en su momento entendiste por Adversario que era una especie de ayuda a ti...- finalizó su explicación, o al menos lo que él entendía de los humanos, al parecer también le llegó a tocar estar con personas dedicadas al deporte. Siguió escuchando, aunque lo que siguió no se lo esperó.

- es cierto que a los humanos les gusta complicarse, siempre esperan el momento adecuando a que sucedan las cosas y al esperar las pierden. O por el otro esperan a que les llegue una señal divina para actuar y nunca actuan- pareció un poco resueño, no esperaba aquella última respuesta de Hendrix.

- ya no tienes que esperar para que suceda, está sucediendo. Aquí y ahora, contigo y con todo lo que implicas, incluyendo tu familia, tu trabajo, tus pasiones. No tienes que esperar más, eso debido al el contrato que firmamos los dos. Si no lo entiendes ahora, después.... puede que sea tarde... y el lazo que nos mantiene ahora a ti y a mí se perderá. Es el costo de haber aceptado ser tu esperanza… - de esta manera parecía mostrarse inquieto pero procuraba no ser... fatalista, algo que sin pretenderlo no le quedaba tan fácil.

- No puedo ser condescendiente, no me perdonaría si te pasará algo - dijo con voz quebrada, al parecer para Eri, Hendrix con defectos y virtudes le tenía mucho aprecio.

-Incluso no sé en cuanto tiempo te puedan poner a prueba… si no eres capaz de responder con tus actos estas preguntas que te he explicado recién  - se mordió el labio.

- No tienes que hacerme caso si no quieres, ni cerrarte a lo que digo, finalmente ¿qué puede saber el hijo de Lucifer de los humanos?… pero en cuanto me aleje nuevamente de ti, solo apareceré cuando en verdad me requieras.- le acarició el rostro, su mirada se mostraba de verdad preocupada e incluso algo dentro de Hendrix podía sentir un poco de lo que Eri sentía, parecía un dolor mudo que crecía en su pecho.

-Lo... lo lamento - dijo  sin pensar, nuevamente con debilidad, como siempre, si quererlo parecía que necesitaba ser protegido.

Miathamle escribió:^^~

Hendrix D'Ancre

Asintió a lo primero que comentaba Eri, había cosas que no podía cambiar ni comprender del todo. No tenía mucho que agregar, tendría que ponerlo en práctica, poco a poco.

-"ver sobre los problemas de los demás..."- no miraba a Eri, estaba procesando en su cabecita esas palabras. En general sonaba bien lo que decía Eri, ahora el punto sería que Hendrix pudiera ponerlo en práctica como él mismo había dicho para que pudiera tener más significancia.

"Aquí y ahora", esa frase, lo hizo salir de su concentración, eso era todo lo que necesitaba y el hecho que Eri le dijera que sentía algo por él lo hizo estremecerse, el chico podía sentirlo. Había una vocecita que le decía que no lo hiciera, ya lo habían lastimado mucho, lo habían usado, lo habían deshechado, cambiado... ¿Qué no había entendido? ¿Volvería a ser una patética sombra o realmente encontraría la paz.?

-O sea que no seré libre de verte más seguido?- había un dolor que no sabía si era suyo o era transmitido por Eri. La caricia en su rostro lo hizo sentirse un tanto reconfortado pero sin alejar su angustia -No te defraudaré... te... te... quiero- cerro los ojos y lo besó de nuevo.

No sabía que hacer, se acomodó mejor al lado de Eri y comenzó a besar un poco más apasionado, recorrió suavemente las lineas de los hombros del joven, le besó el cuello para terminar abrazándolo. Ya no sabía que le pasaba.

-De cierta forma, tengo un poco de miedo... pero soy feliz- confesó Hendrix, en ese momento, decidió quitarle la corbata a Eri pero al desabotonar el primer botón se detuvo, bajó la mirada apenado -Sé que acabamos de conocernos y mi petición va a sonar descarada... pero...- se sonrojó y escondió su cara en el espació entre el cuello y el hombro del pelirrojo, comenzó a hablar bajo y parecía temblar un poco no por la ansiedad o lujuria, realmente estaba a punto de dejar ver algo muy profundo de su ser -Si preguntas por ahí, te dirá que no soy una buena persona... es más, te dirán que me tiro cuanto se mueve... pero no es así. La primera vez que me entregué a alguien fue por amor, sincero, loco y profundo... la segunda persona que pudo tenerme,me tomó a la fuerza... la tercera no me amaba... la cuarta no me entendió- abrazó un poco más fuerte a Eri, lo miró, con esa mirada que muy pocas veces dejaba que otros atisbaran -Si yo... si yo me entrego a ti... ¿Me amarías? A pesar de mis necesades y mi pasado. De verdad, podrías amarme- Hendrix parecía querer tener en claro si no se estaba imaginando cosas, quería escucharlo de Eri.

Hendrix D'Ancre

-Me gustaría que nos viéramos más… pero no creo que sea posible, tu también tienes mucho que hacer - dijo en voz tenue en su momento cuando Hendrix preguntó sobre si se podrían ver seguido. Al final de alguna manera se sintió un poco aliviado de saber que Hendrix no se confiaría, aunque se sonrojó al escuchar la palabra “te quiero”.
Su corazón volvía a estremecerse y vibrar con rapidez, de pronto sintió aquel calor y aquel sentimiento extraño mientras volvía a encontrarse con un beso de Hendrix. Entre aquel besó Eri exhaló pero al final respondió nuevamente de manera casi inocente, aun algo tímido pero dejándose llevar por la situación al no apartarse ningún instante en que los besos incrementaron de ritmo. Aquello era un poco difícil, realmente nunca había hecho algo así y vivirlo de esa manera era confuso y a la vez excitante.

Una vez que Hendrix le abrazó, Eri trató débilmente de corresponder, aunque aun sentía la sensación de aquellos besos en sus labios. Nuevamente volvía a estar perdido en ese sentir.

Nuevamente a la distancia escuchó la voz de Hendrix, y sintió como la opresión de la corbata se retiraba y con ello al desabrochar el botón liberar un poco del calor corporal. Como si estuviera embriagado en su momento miró en un inicio a Hendrix, tratando de entender que era lo que pretendía pedirle y al tenerlo cerca, dejándole escuchar su corazón acelerado procuró mantenerse lo más alerta que pudiera.

-Yo… nunca he hecho eso de entregarse a alguien… y no… no sé que hacer si tu te entregas….- dijo con voz tenue. -Lo más que podría pedirte que me entregues es tu alma - dijo un poco avergonzado y tímido. - y no para lo que piensas… no te pediría eso- trata de acomodar ideas, es obvio que no se estaba negando, solo no sabía qué hacer en aquella situación, ya que hasta eso es puro y casto.

- Podría amarte, pero al hacerlo puedo lastimarte más a ti, que a mi… por eso decidí firmar el contrato, al menos así puedo estar un momento junto a ti. Pero hasta el día en que decidas dejar todo, tu vida y tu familia, por venir conmigo, no dudaré en amarte con profundidad- era un hecho que ya lo quería, pero el mismo se ponía ese límite ya que el costo que su propio padre impuso era altísimo.

- No me importa tu pasado… quiero que seas feliz en tu futuro… feliz y sin miedo- dijo como si le estuviera pidiendo algo atrevido, apoyó su mano en el pecho de Hendrix.

- Espero que me entiendas- dijo con un dejo de angustia y suspiró.

- Y me… me gustan mucho tus besos…- se sinceró y se acercó ahora a él, tímido, inquieto, pero directo a brindar un pequeño besito a Hendrix, como respuesta a aquellos que ya le habían sido robados durante todo ese tiempo.

Hendrix no podía esperar más que un típico amor adolescente en Eri, no tenía experiencia sexual o algo más que le permitiera tener referencias a lo que Hendrix propuso; aun cuando fuese curioso que el propio hijo de Lucifer tuviera tal inocencia, lo que simbolizaba el mismo Eri, la Esperanza de los Hombres, iba muy lejos una simple pasión carnal y era algo que Hendrix tendría que comprender también.

Miathamle escribió:0_0

Hendrix D'Ancre

Hendrix permaneció callado y se dejó llevar como siempre lo hacía. Pero las palabras de Eri lo dejaban confuso, de nuevo se estaba tomando permisos que no le eran concedidos. Lo miró con más calma, ordenando sus ideas. De cierta forma sentía que estaba reviviendo algo. Suspiró profundamente, se había precipitado de nuevo. De pronto sintió un vació en el pecho, era como si de repente su sangre fuera helada, sintió una opresión.

-¿Por el contrato?- habló con un hilo de voz, recordó la maldición de Aixa estaba más que nunca viva, si Khun lo escuchara estaría riendo a carcajadas, burlándose de idiota que era.

Se estremeció al sentir a Eri poniendo su mano en su pecho. Ya no captó del todo el resto de las palabras del chico. Recibió las muestras de afecto, respondió un poco como reflejo. Siempre era lo mismo, siempre. Era su culpa por no salir del circulo vicioso. Por entregarse así, para él era un poco mas complejo la entrega del cuerpo, porque jamás se lo propondría a alguien que no amara o que al menos sintiera algo profundo, sincero, real.  Todos le pedían que dejara todo, ¿Pero cuando alguien dejaría todo por él?Suspiró de nuevo pero ahora estaba un poco más angustiado. Pero supo qué debía hacer, el camino estaba un poco más claro.

-Ya lo descubrirás, cuando sea la persona adecuada- sonrió de nuevo, parecía un poco lejos y cansado, despeino a Eri, volvió a recostarse en sus piernas -Es un buen lugar para descansar- cerró los ojos no debía pensar en eso, debía disfrutar lo que le daban, lo mucho o poco.

Hendrix D'Ancre

- y… tú no eres la persona adecuada?- preguntó Eri con angustia y al igual un tanto confuso, en lo que Hendrix volvía a acomodarse, aun no entendía lo que había sucedido pero si había sentido una oleada en las emociones propias que le hicieron reflejar una mirada preocupada. Esperar la respuesta le inquietaba…

- Y… puedo saber por qué es tan importante Khun, por qué se burlaría de ti?- preguntó y mordió sus labios. De esta manera Hendrix descubría que a partir del sello del contrato, su interior ya no era secreto para Eri. Por alguna razón Eri no mencionó sobre Aixa.

- Te preocupaste por él antes de sellar el contrato conmigo.- lo miro al rostro, un poco apenado.

-Lamento si te pregunto eso - dijo en voz tenue y débil, como si en verdad sintiera que hubiera cometido una imprudencia. Suspiró mientras otra vez la voz de Hendrix sonaba en su interior “Ya lo descubrirás, cuando sea la persona adecuada”.

-tal vez… no debiera preguntarte por él… - estaba inquieto aun. Sentir de repente la repentina desvinculación de Hendrix le hería de otra manera a la esperada, aquello no tenía que ver con el contrato que tenía con él, pero todo lo que pasaba le impedía comprender algo que era importante en ese momento.

- pero… es que…- ya no supo que decir miró a Hendrix un momento, se le mostraba como si quisiera llorar, aquello también podría sentirlo Hendrix en menor medida, algo como un nudo en la garganta.